Estamos donde tú estás. Síguenos en:

Facebook Youtube Twitter Spotify Instagram

Acceso suscriptores

Sábado, 20 de Abril de 2024
Entrevista

Yasna Provoste: “Para el impuesto a los súper ricos y el royalty no necesitamos al gobierno, sólo la unidad de la oposición”

Andrés Almeida

yasna_provoste.png

Yasna Provoste, en entrevista vía Zoom desde Atacama.
Yasna Provoste, en entrevista vía Zoom desde Atacama.

La presidenta del Senado habla de su rol como articuladora del acuerdo de mínimos comunes y la desconfianza que le inspira Sebastián Piñera. ¿Se ve como presidenciable? “Cada día tiene su afán”, contesta.

Admision UDEC

La presidenta del Senado, Yasna Provoste (DC), asegura que no buscó la figuración que ha tenido desde que asumió la testera de la corporación legislativa y desde que desde ahí asumió un rol articulador con el gobierno para negociar mínimos comunes; un acuerdo mediante el cual los senadores de oposición y Sebastián Piñera establecerán políticas para resolver un ingreso universal de emergencia, ayuda a las pyme y medidas sanitarias para enfrentar la pandemia.

Pero, la figuración llegó de todos modos, poniéndola en un escenario expectante y complejo, después de que el gobierno perdiera la batalla por evitar un tercer retiro, cayendo a su momento de mayor debilidad desde el estallido social.

Por un lado, ser la cara visible de la negociación y el haber podido rayar aspectos importantes de la cancha, le ha dado la oportunidad de mostrar poder e influencia, e incluso instalarse en el menú líquido de los presidenciables. Pero, por el otro lado, el acercarse a Piñera le ha significado también recibir la desconfianza de amplios sectores, que ven esta jugada política un déjà vu de noviembre de 2019, cuando la clase política se cuadró con Piñera y lo salvó de caer frente a una movilización social que pedía su cabeza.

En su primera entrevista larga, realizada por Zoom, Provoste aborda todos estos aspectos desde su casa en la Región de Atacama, de donde es oriunda. 

- Luego de la derrota de Sebastián Piñera con el tercer retiro, llega un momento de extrema debilidad para él. Considerando que casi hay un parlamentarismo de facto: ¿Por qué no se quedó usted con la agenda legislativa prescindiendo del gobierno? ¿Por qué no haber tomado una acción más dura con el gobierno?

- Porque no basta solo con una agenda legislativa para enfrentar los problemas que enfrentan miles de familias en nuestro país. Yo creo que eso no se puede perder de vista. Pienso que aquellos que solo están en la política como una actividad de interés, pero no del trabajo permanente, es muy difícil estar en esta posición de entender que la política tiene que ser un camino para que las cosas ocurran. 

Frente a esto en que existe una expectativa de solución mucho más urgente para los problemas que ahora agobian a estas miles de familias, la posibilidad que tiene el Parlamento no basta. Podemos ser mayoría, pero por esta propia Constitución tenemos una serie de amarras para resolver desde ahí lo que precisamente quiere la gente, que son distintas ayudas sociales. Eso significa gasto y sólo lo puede hacer el Ejecutivo. 

Nosotros no somos gobierno, lamentablemente. Por eso pensamos que frente a esta crisis que estamos viviendo, desde el punto de vista social, derivada de la crisis sanitaria, y que también es una crisis económica, la única posibilidad que tenemos de enfrentar esto es con una voluntad más colectiva. Entonces, parece que no hay mucha posibilidad de avanzar hacia una salida si no es en una conversación con quienes tienen que implementar eso, que es el gobierno. Si eso no fuera así, claro, el escenario es muy distinto. 

Para aquellos que dicen, "el gobierno pasa por una fragilidad ¿por qué van y le dan oxígeno?"... les respondo que nuestra mirada no está puesta ahí, sino que en una disposición generosa que todos tienen que tener para enfrentar el drama que viven día a día las familias. 

"Sabemos que en esta conversación con un gobierno de estas características es como andar por un sendero estrecho y muy expuesto, y uno corre también el riesgo a ser víctima de la sospecha y la desconfianza de los verdaderos propósitos que animan esta conversación"

En febrero de este año me juntaba aquí en mi zona [Atacama] con los dirigentes de las tomas y ya era un escenario muy crítico, los problemas, la falta de alimento. 

- ¿Cómo confiar en un gobierno como este, para que no se llene de letra chica y no haya una serie de estrategias de dilación para la entrega de las ayudas? En otras palabras ¿Cómo se negocia como un gobierno tan delegitimizado sin caer en el descrédito? 

- En esto quisiera volver a insistir, hoy día nuestra única preocupación son las familias, y todo lo que estamos intentando hacer es llevar un alivio concreto a ellos. Nosotros sabemos que en esta conversación con un gobierno de estas características es como andar por un sendero estrecho y muy expuesto, y uno corre también el riesgo a ser víctima de la sospecha y la desconfianza de los verdaderos propósitos que animan esta conversación. 

A veces uno ha podido despejar las dudas que todos tenemos explicando cada una de las decisiones, actuando con transparencia hacia la opinión pública, pero hay aprehensiones, recelos, que tal vez necesitan más tiempo para poder ser disipados. Y uno lo entiende, porque una misma ha mirado con mucha desconfianza esto.

Lo que ocurre es que el momento nos encontró en una situación distinta. Me encontró en una situación institucional, como presidenta del Senado, y digo "sí, yo también tengo desconfianza", pero alguien tiene que dar este paso. 

Yo se que han habido situaciones de engaños y frustraciones, pero por eso mismo quisimos establecer una conversación muy acotada y definida, porque es una forma de expresar nuestra propia desconfianza a la actitud que ha tenido este gobierno, no solo en esta crisis social, que ha sido muy alimentada por la actitud del Ejecutivo. Que es la actitud de -en cualquier momento- tratar de pasar cosas de contrabando. 

Eso lo vimos en la última propuesta del gobierno, en la que buscaba hacerse cargo de quienes no tenían saldo en las cuentas de las AFP, pero -de contrabando- buscaban meter su agenda de reforma previsional aumentando en un 2% la cotización de las cuentas individuales. Eso uno siempre lo tiene presente, como con este bono de 200 mil pesos también, que buscaba además aumentar las cotizaciones de los trabajadores. Estos ejemplos retratan muy bien el punto. 

Uno se pregunta si era necesario amarrar esta ayuda a las administradoras de fondos de pensiones [AFP] y pareciera que lo único que consigue este tipo de iniciativas es exacerbar más las desconfianzas y descomponer los ánimos para un diálogo.

Ese tipo de cosas contribuye a despertar dudas sobre la eficacia de una agenda de mínimos, porque a pesar del momento que se vive en el país, el drama de las familias y el momento que vive el gobierno desde el punto de vista político, ellos no renuncian a su matriz, que tiene que ver con este modelo neoliberal. Entonces, bueno, uno dice que nosotros tampoco renunciaremos a nuestra matriz de oposición. Y hemos planteado desde un comienzo la renta básica universal, y creo que esta ambigüedad del gobierno de cómo financiar las medidas, ha logrado resentir los ánimos convocantes a un itinerario que tenemos que acordar. 

- Lo que no se entiende bien es la lógica de "menos es más". ¿Por qué no haber puesto más temas en el petitorio? ¿Por qué por ampliarlo y poner más presión sobre el gobierno? Por ejemplo, el royalty minero, o el impuesto a los súper ricos.

- Porque para algunos temas nosotros no necesitamos al gobierno, necesitamos la voluntad de la oposición, y ahí sí basta lo legislativo. 

Para el impuesto a los súper ricos, no necesitamos al gobierno. Para el royalty minero, no necesitamos al gobierno. Sólo la unidad de la oposición. Para el indulto a los presos del estallido no necesitamos al gobierno, sino que la unidad de la oposición. Necesitamos 22 votos y somos 24.

Pero. para las ayudas sociales, sí necesitamos al gobierno. 

- ¿Por qué entonces no haber ampliado la gama de temas sociales? Los problemas que el ejecutivo puede resolver no son solamente pandemia, pymes y bonos. 

- Yo soy parte de quienes tenemos desconfianza profunda con el gobierno. Por eso creo que es mejor tener una conversación acotada. yo creo que el gobierno quería colocar muchos más temas. 

"Para el impuesto a los súper ricos, no necesitamos al gobierno. Para el royalty minero, no necesitamos al gobierno. Sólo la unidad de la oposición".

A mi siempre me ha gustado mucho la idea que se implementó en el programa Quiero mi barrio, durante el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet. La gente de los barrios nos decía "oiga pero al final siempre llegan aquí los ministerios y hacen lo que ellos definen, nosotros queremos hacer cosas distintas", entonces el Serviu tenía que conversar con la familia, y les preguntaba a las comunidades que qué querían construir y esa comunidad decía "nosotros queremos esto", y ahí había un tema de confianza.

Esto también es como la obra de confianza del gobierno; ayudas sociales concretas, urgentes, para poder salir de esta crisis. Son medidas que permitan resolver lo que consideramos más indispensable para poder enfrentar esta crisis sanitaria, social y económica en las familias. 

Por eso nosotros hacemos esta distinción, y durante los últimos días la oposición ha mostrado en el Congreso unidad en lo que hemos considerado esencial. Aprobamos el tercer retiro, de forma amplia y coherente con el objetivo de ayudar al interés de la ciudadanía frente a política equivocada de ayudas sociales. Aprobamos el bono de los 200 mil pesos también, de manera rápida para ir en ayuda de esas familias. Y la Cámara acaba de aprobar el royalty del 3% a la minería del cobre y del litio, que nos parece una discusión oportuna y pertinente frente al súperciclo del cobre que se augura para esta mejor base económica y social para poder emprender iniciativas como esta. 

- ¿Cree que el gobierno va a concederle el triunfo a ustedes de acercarse a las cifras que están planteando como ayuda? Se lo pregunto porque un gobierno en el suelo no tiene mucho que ganar ni que perder. 

- Pienso que el gobierno a estas alturas entiende que no es sólo entregarle una bandera de victoria a la oposición. Creo que la oposición ha logrado leer mejor la profundidad de esta crisis en las familias. Eso es lo que nos interesa a nosotros, si esto le sirve a las familias del país, eso es lo que nos importa, Tampoco nos importa decir que le hemos doblado la mano al gobierno, bajo ningún punto de vista. Si le sirve al país, esa es la motivación detrás de esto. 

- La última vez que hubo una aproximación tan cercana entre gobierno y oposición, con apertura del gobierno fue para el acuerdo de noviembre de 2019. ¿Cuáles son los aprendizajes que usted sacó de esa negociación en relación a lo que terminó pasando pensando, que en buena medida eso fue visto como un salvataje para el gobierno, y puso en el mismo barco de crisis a la oposición y al gobierno frente a una ciudadanía indignada? 

- Yo tengo una opinión respecto de ese momento. Lo que se buscaba y movilizaba a la ciudadanía, en buena parte, era poder tener una nueva constitución. Y lo que se logra ahí es que efectivamente se establece este itinerario para alcanzar eso a través de un plebiscito, la elección de convencionales y la convención constituyente, y cómo eso se puede canalizar. 

Ahora, guardando todas las proporciones del caso, son situaciones bien distintas. Porque de lo que estamos conversando ahora tiene que ver con una situación de desigualdad largamente arrastrada en nuestro país, pero también sobre la percepción de la gravedad del problema que estamos atravesando como país, y que están sufriendo las personas y familias. 

La pregunta que nos tenemos que hacer es si queremos y podemos contribuir a resolver esa situación. Por eso que esto es una conversación muy acotada, porque más bien la pregunta que uno se hace en este momento es si uno tiene la voluntad de cooperar para impulsar iniciativas que vayan en auxilio de la ciudadanía y cómo podemos concordar propuestas, proyectos, urgencias, plazos. 

Además esta conversación nos permite marcar esta diferencia y ser acotados. Por eso digo que son casos distintos con lo ocurrido en 2019. Más bien hoy día esta conversación es con el Ejecutivo, no es entre las fuerzas políticas, como fue el 2019. Y esta conversación es respecto de cuál es el instrumento que tiene que ponerse en práctica. Y por la forma en que está organizado el país son resortes exclusivos del gobierno.

Cuando nos dicen que por qué nos sentamos a conversar con el gobierno, bueno, porque nosotros no somos gobierno, somos oposición. Y quien tiene la posibilidad de ayudar en el drama que están enfrentando las familias es el Ejecutivo.

- Usted ha hablado de una especie de contracocina, unsando la metáfora de la Mesa Té Club, que es  una mesa abierta donde entran muchos...

- Están todos invitados además a la mesa...

- ¿Usted cree que ha tenido efecto para evitar pensar en una cocina cuando se habla de estos acuerdos?

- Más que evitar la imagen de la cocina, el tema es que creemos que hoy en día la política se tiene que hacer de otro modo. Y ese modo parte de una base de transparencia en las conversaciones y sólo la conversación entre nosotros no basta, Eso no ha sido fácil, porque va contra paradigmas culturales de la política. Porque hay quienes dicen que "por qué le tengo que ir a preguntar a otro", "por qué no lo puedo hacer como siempre lo hemos hecho", y luego se conversa con los asesores, se hace la minuta y con eso basta. Bueno, porque hoy día eso ya no es posible. En el Chile de hoy, la conversación solo entre el mundo político, solo entre el Parlamento, no basta.

Entonces cuando alguien nos dice que esto es muy largo de hacer, nosotros hemos demostrado que se puede hacer con la amplitud suficiente y sin que esto sea un proceso que se dilate. 

- ¿Cómo demostraría que eso no es una escenificación? ¿Cómo podría demostrarle a la ciudadanía que esta discusión no es llamar a algunas personas que le den diversidad al debate, pero al final se toman las decisiones de la misma forma?

- Lo que creo es que este es un proceso de resignificación de la política, y es una resignificación en la relación de la política con lo social. Porque aquí somos capaces de entender que necesitamos el compromiso de todos para salir de esta crisis, y para que los demás se comprometan tienen que participar activamente, y su opinión debe ser incorporada en las propuestas de salida. Esto lo consideramos importante, no solo para que no se generen entorpecimientos a la búsqueda de la salida, sino que porque tenemos que ser capaces de buscar una participación más activa, precisamente para agilizar las soluciones. 

Yo se que cuesta entenderlo a veces, porque es mucho más cómodo hacer las cosas como se han hecho durante muchos, muchos años, sin entender que la demanda de la ciudadanía es precisamente para que eso cambie. Esto tiene que ser un modo permanente de explorar qué alternativa puede ser la que realmente nos permita conectar con las aspiraciones de la ciudadanía. Con acciones bien concretas, porque nosotros no solo vamos a convocarlos en la definición y elaboración, sino que porque tenemos que ir evaluando si esto realmente es lo que ha servido.

"Aquí nadie renuncia a sus convicciones doctrinarias, y la oposición nunca ha renunciado -espero yo- al respecto irrestricto a los derechos humanos. Y nos parece que esta debe ser una conversación permanente entre nosotros". 

Por lo tanto, es un proceso muy interactivo entre la sociedad civil y el mundo político. Y eso es algo que me anima mucho de los días que pueden venir en nuestro país. 

- Entiendo que ustedes intentaron subir el tema de los derechos humanos a la conversación. ¿Cómo se puede negociar con un gobierno mínimos comunes, y por otro lado levantar un tema en el cual incluso la figura del presidente está requerida por la justicia internacional?

- En esta agenda de mínimos comunes, nunca hemos colocado el tema de derechos humanos por una razón muy simple; porque hemos dicho que estos mínimos comunes son las medidas más urgentes para que las familias puedan salir de esta crisis. Para que el gobierno pueda concurrir con cosas concretas y acotadas en el tiempo a ofrecer alivio a las personas que enfrentan esta crisis sanitaria, la pobreza, el desempleo, la incertidumbre. 

Nadie concurre a esta conversación para temas que tienen para nosotros una profundidad mayor. Porque aquí nadie renuncia a sus convicciones doctrinarias, y la oposición nunca ha renunciado -espero yo- al respecto irrestricto a los derechos humanos. Y nos parece que esta debe ser una conversación permanente entre nosotros. 

Nosotros no vamos a ir a discutir en esta conversación con el gobierno sobre la reforma previsional, si nosotros sabemos lo que piensa el gobierno. La conversación que tenemos que hacer es con la ciudadanía, y concordar con una fuerza ciudadana el modelo de protección social que tenemos. Y esto será sin duda parte del proceso constituyente y las próximas elecciones presidenciales. 

No tenemos que ir a conversar con un gobierno que además tiene una larga lista que responder en materia de violaciones a los derechos humanos. Es más, la oposición tiene que tener esta lógica permanente de generar una conducta permanente contra la violación a los derechos humanos. Ayer en el encuentro político social que sostuvimos, una vez cerrada esta conversación de los mínimos, hemos generado una apuesta en común de la oposición, escuchando los testimonios desgarradores de víctimas de violaciones de derechos humanos.

- Sin embargo, la oposición salvó a Piñera en la acusación constitucional. No fue el Senado, sino que la Cámara, pero fue con algunos votos y abstenciones de gente de la oposición. Entonces pareciera que no es tan así ese mínimo común de la oposición. Lo mismo pasó con la acusación contra el intendente Felipe Guevara.

- Por eso yo decía, yo espero que sea siempre un tema, una máxima para nosotros, el respeto irrestricto a los derechos humanos, y que hagamos todos los esfuerzos que corresponden para avanzar en la reparación y no repetición de estas violaciones.

- ¿Se puede negociar por un lado, y por otro lado presionar al gobierno en materia de derechos humanos?

- Absolutamente. Se puede conversar en un itinerario acotado respecto de temas que son los más urgentes para las familias frente a la crisis. Y por otro lado, tenemos que ser capaces de mantener una actitud irrenunciable a nuestras convicciones. 

El proyecto de indultos está en el Congreso. Necesita 22 votos. En reforma al Código de Aguas, necesitamos un poco más, porque hay artículos que son de quorum.  

Con esto quiero decir que esta agenda de mínimos no inhibe en lo absoluto la acción del mundo parlamentario, de las bancadas. Muy por el contrario, creo que los convoca a tener una participación más activa, precisamente para poder agilizar algunas de estas soluciones. 

Cuando presentamos el proyecto de indulto, fuimos bien criticados por varios de los colegas. Esta fue una iniciativa propuesta por el senador Juan Ignacio Latorre y la senadora Adriana Muñoz. Nosotros los acompañamos. Pero fuimos objeto de harta crítica. Y hoy cuando se empieza a conocer más antecedentes de la situación compleja de la prisión preventiva, de las dificultades que hay para consignar con certeza cuántos son y cómo están, muchos empiezan a encontrar sentido a comprometerse en una salida a esta crisis que hoy se está viviendo también en ese sentido. 

- En un escenario futuro hipotético: funciona la agenda de los mínimos comunes, la ciudadanía lo valora, lo aprecia y lo asigna de alguna manera a su persona; la elección del próximo fin de semana revuelve todo el escenario político y llegamos a unas primarias o muy deslucidas o inexistentes en el caso de la centro-izquierda. ¿Estaría dispuesta a asumir una candidatura de unidad si es que se dan una serie de condiciones para bajar a los candidatos de su sector que hoy en día no prenden?

- Si funciona la conversación respecto de los mínimos comunes, nosotros nos vamos a alegrar mucho por las familias de este país. Y además será un mérito muy colectivo. Esto no es el mérito personal, a mi me ha tocado encabezar el Senado, y en virtud de esa responsabilidad tengo que dar este paso y concurrir a estas conversaciones.

Y lo demás... cada día tiene su afán.

Nosotros hemos definido nuestra candidatura, la de la Democracia Cristiana, a través de un proceso de primarias abierta y ciudadana. y lo que ocurra el 15 o 16 de abril, por cierto será un escenario muy expectante. Particularmente por las elecciones de convencionales constituyentes, donde están las esperanzas de nuestro país de tener una Constitución que permita hacer una discusión más profunda del tipo de sociedad en la que queremos vivir, y a partir de eso qué modelo de Estado, de protección social, de salud, responde a esa idea de sociedad. Y por otro lado las elecciones de gobernadores son una medición de fuerza importante desde el punto de vista político, pero además para quienes vivimos en regiones es un anhelo largamente esperado.

Después de eso, veremos, yo creo que lo más importante es ver qué va a pasar en estas elecciones del 15 y 16, pero a nosotros nos siguen resonando las palabras y los datos de lo mal que lo están pasando muchas familias en nuestro país. 

"Cada día tiene su afán" [respecto de condiciones que podrían llevar a aclarmarla como candidata única de la centro-izquierda]

- ¿Cuál es su diagnóstico respecto del nulo despegue de los candidatos de su sector? ¿Por qué ese rechazo de la ciudadanía respecto de esas figuras?

- No diría que es un rechazo. No adherir no necesariamente es rechazar. Creo que hay varios factores que pueden confluir en el dato estadístico.

En primer lugar ha sido bien complejo por el escenario de crisis sanitaria en el que estamos. Cuando uno ve los datos de Paula Narváez que tiene bajo nivel de conocimiento, bueno, en pandemia es bien difícil avanzar en eso, porque no puedes desplazarte, no puedes tener actividades más masivas, no pueden escuchar tus planteamientos.

Y el caso de Ximena Rincón, lo mismo. Bueno, ella está en el Senado, yo tuve la posibilidad de acompañarla en su campaña anterior cuando también tuvo una incursión de ser candidata presidencial y disputó la posibilidad con Claudio Orrego. Yo estaba acá en mi región y trabajamos en su candidatura. Vemos que ella también tiene una enorme fortaleza en el trabajo territorial que no ha podido desplegar en esta ocasión. Entonces eso también influye en los resultados. 

- ¿No ve una especie de movimiento anti elitista y que esos candidatos se ven como parte de una elite que ha estado permanentemente en puestos importantes, cargos relevantes? 

- Creo que hoy día, frente a la situación que están viviendo las familias, su única preocupación es subsistir. Y lo que hoy ocurre en el Chile real es mucho más profundo de lo que se puede ver y observar incluso en los medios de comunicación. Yo creo que hoy las personas están más preocupadas de cómo sacan adelante a sus familias sin caer en los riesgos de la desnutrición infantil, aún más de lo que han sido estos focos de alerta en nuestro país y creo que esa es su única preocupación en estos tiempos. 

- ¿Pero eso no alimenta también sentimientos anti elitistas por todos esos padecimientos?

- Creo que hoy la preocupación que existe es de cómo poder avanzar a tener soluciones reales.

Además, creo que cuando uno mira las encuestas, resulta que son de números bien acotados de consulta. Hay un dato que me llamó harto la atención, hubo un estudio que hizo la CUT, el barómetro laboral, y daba cuenta de los signos de este tiempo. De la profundidad de la crisis sanitaria, social, y en ese contexto a lo mejor es fácil hoy desorientarse, perder el rumbo y seguir viviendo como en un mundo paralelo. 

Como en marzo, cuando teníamos al 80% de la población en cuarentena y las autoridades de nuestro gobierno hablaban del delivery, como que todo el mundo viviera en los lugares donde ellos acostumbran vivir. Acá en la región no existe Rappi, Uber Eats, nada de eso. Con suerte son los caseros de uno que vienen a vender y como paleteada lo vienen a dejar a la casa, como mucho. 

Entonces, creo que los problemas que tiene la gente son tan distintos a lo que muestran las encuestas, porque además son preguntas que están muy dirigidas. Si yo no hubiese visto este estudio de la CUT, quizás seguiría pensando que la mayor preocupación de los chilenos es la seguridad ciudadana. No digo que no lo sea. Pero claro, todas las encuestas preguntan dirigidamente por la seguridad ciudadana, pero cuando hay preguntas abiertas y les preguntan por el problema más importante para sus familias, el 52% decía que era la inestabilidad laboral, los recursos económicos, el rostro del miedo a la cesantía es algo muy grande en nuestro país.

Me lo decía hace poco Ricardo Ffrench-Davis, que la recuperación del empleo va a ser muy muy largo. El 80% de las familias no alcanza a llegar a fin de mes. Entonces el problema es que cuando uno conoce esta realidad, porque la ha caminado, la ha escuchado de primera mano, ha visto los ojos de quienes la comentan, y además esto lo reafirmas con una serie de antecedentes de estudios de campo; nadie podría poner en duda que a pesar de toda la desconfianza que uno tiene, tiene que dar el paso, porque para solucionar eso no basta con tener una oposición unida en el Parlamento. Necesitamos también que el gobierno entienda que necesitamos más apoyo.

Por eso el tema de las elecciones pasa hoy día a un segundo plano, porque las preocupaciones que tienen son muy lacerantes. 

- Mencionaba el tema de la elite porque de alguna manera muchos analistas ven que usted tiene una ventaja ahí. Porque es de región, de Atacama, mujer, tiene ascendencia diaguita. Quizás usted tiene una oportunidad de no ser vista como elite. ¿Se siente parte de una elite?

- No. Yo no me siento para nada parte de una elite. Yo estoy muy agradecida del reconocimiento, del cariño, de la confianza de la gente de nuestra región, y muy agradecida, no solo porque en dos ocasiones se han levantado temprano un domingo y me han manifestado su apoyo y respaldo en un local de votación, sino que además el cariño, el consejo, las recomendaciones, se agradece el cariño sincero.

Hoy día bajé a Huasco y la gente es muy cariñosa, y además uno aprende mucho de ellos. Uno asume en positivo la posibilidad de transformar esta sociedad, que es profundamente desigual, y esta brecha social que ya es obscena, inmoral. Lo vimos en esta crisis con las fortunas de los súper ricos, y la diferencia que hay con la cantidad de familias que han perdido el empleo y han caído a la vulnerabilidad.

"No. Yo no me siento para nada parte de una elite".

Entonces claro, yo represento tal vez a una parte de esta sociedad que tiene siempre los pies muy bien puestos en la tierra y que recorre este Chile real. 

- ¿Ser senadora no afecta a su apego con eso más terrenal?

- No, porque hasta antes de la pandemia yo seguía con el mismo ritmo de trabajo de terreno, que hoy lo hemos cambiado por largas jornadas de Zoom, y distintas reuniones y encuentros con la comunidad.

Pero claro, a uno le hace falta el estar en contacto mucho más directo y que producto de las cuarentenas no se puede. Aquí en la región la gran mayoría de las comunas está en cuarentena, salvo Huasco en donde estoy ahora, y Freirina en donde estuve la semana pasada.

Y nuestro equipo senatorial sigue con el mismo ritmo e intensidad. Lo que no queremos es que la presidencia del Senado afecte en absoluto nuestra relación y cercanía con la región. De hecho esta es semana regional y me vine a la región y voy a hacer el trabajo como lo he hecho siempre. 

En este artículo



Los Más

Ya que estás aquí, te queremos invitar a ser parte de Interferencia. Suscríbete. Gracias a lectores como tú, financiamos un periodismo libre e independiente. Te quedan artículos gratuitos este mes.

En este artículo



Los Más

Comentarios

Comentarios

quisiera poder leer la informacion

NUEVAMENTE LA DEMOCRACIA CRISTINA TRAIDORA , CONSPIRADORA Y MISERABLE, ESTA JUNTO A UN GOBIERNO CORRUPTO , ASESINO , MISERABLE...

Yasna Provoste es una mujer y política consecuente, íntegra, realista, una excepción hoy en la DC. Es una pena verla mezclada con los Walker, con Pizarro, con Chahín. Lástima.

Añadir nuevo comentario