Washington D.C. no es como Las Vegas. Todo lo que pasa en la capital norteamericana sale al mundo en minutos. En pasillos del Departamento de Justicia se comenta que reabrirían el caso Odebrecht con una nueva arista: Los bancos involucrados.
El caso Odebrecht, símbolo de la corrupción en América Latina fue la caja pagadora para políticos, empresarios y exfuncionarios en la región. La constructora brasileña durante 20 años pagó coimas de dinero y sobornos a presidentes, expresidentes y funcionarios en 14 países a cambio de beneficios en contrataciones públicas.
Los largos juicios de este caso en diversos países no les dieron mucha importancia a los bancos, siendo que tienen mucha responsabilidad. Son ellos y sus gerentes, los que lavaron y pagaron coimas que recién ahora están en la mira de la fiscalía norteamericana.
Desde 2010 las entidades bancarias fueron la clave de la “caja B” de Odebrecht bajo el nombre de “Sector de Relaciones Estratégicas” para el pago de coimas. Son más de 20 bancos en 14 países que ahora serán investigados y que podrían perder sus corresponsalías en Estados Unidos y Europa.
Donald Trump sabe muy bien el manejo de las constructoras y su lado político para obtener licitaciones y permisos. Es a lo que se ha dedicado toda su vida. Conoce los detalles del negocio Odebrecht, y a los bancos que se usaban para pagar ilícitos y que libraron en múltiples juicios de ser perseguidos y multados. Ahora irá por ellos.
Esta nueva arista y herramienta judicial de Trump podría ser ocupada políticamente en Brasil, específicamente en contra de su enemigo Lula da Silva, y apoyar a un cercano como Jair Bolsonaro. Un punto no menor es que EE.UU. aun no nombra un embajador en Brasil.
Panamá es otro país clave ante la fiscalía de Nueva York, ya que la anulación de los fallos judiciales en Brasil tiene que ver en parte con un pago a un funcionario brasileño hecho por algunos de los panameños acusados para cambiar el eje de Odebrecht. Una inteligente jugada, ya que, si el caso se caía en Brasil, ocurría lo mismo en Panamá. Y así sucedió cuando el 13° Juzgado Federal de Curitiba decidió en julio del 2024 suspender una acción penal del caso Lava Jato en contra de Marcelo Odebrecht. Esto surge a raíz de una orden emitida por el ministro del Tribunal Supremo Federal, Dias Toffoli. Es decir, un caso de corrupción se arreglaba para beneficiar a los acusados panameños con otro acto corrupto.
Estas evidencias y nombres de los involucrados están en manos de las autoridades en Estados Unidos. El juicio Odebrecht en Panamá tiene fecha para noviembre de este año en la que se sumaría el Departamento del Tesoro norteamericano para ir tras los bancos panameños por prácticas de corrupción.
Los bancos de 14 países comienzan a preparar sus defensas ante el tsunami de los fiscales de Nueva York. Anteriormente los persecutores en algunos casos cometían el error de no acusar a los bancos que son los que lavan el dinero y facilitan los pagos a la delincuencia. Ahora serán ellos quienes enfrenten la justicia.
Donald Trump no sólo quiere quitarles las corresponsalías a los bancos extranjeros del caso Odebrecht, sino que también multarlos en cientos de millones de dólares y dejar ese dinero para el tío Sam.
Comentarios
Y habrán noticias de como
Ya hice el comentario.
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