Benjamin Netanyahu

Especialistas coinciden en que todos los servicios están colapsando en los diversos hospitales ubicados en el territorio palestino.

El gobierno estadounidense ha recurrido a legislación de emergencia para permitir la venta de unos 14.000 proyectiles a Israel sin control del Congreso. La operación tiene un valor de 106,5 millones de dólares, según ha comunicado este sábado el Pentágono.

Aumentan los enfrentamientos y se teme que puedan derivar en un conflicto bélico de mayor magnitud en la región.

Los rebeldes hutíes, un poderoso movimiento chií proiraní, se alzaron en armas en 2014 contra el gobierno yemení internacionalmente reconocido, controlaron Saná, la capital, y amplias regiones del norte y el oeste del Yemen.

El primer ministro israelí y los sectores más duros de su gobierno quieren reanudar la guerra

Pasadas las 16.15 horas de ayer, tras nueve horas de tregua, la milicia islamista y las autoridades israelíes comenzaron a intercambiar a los primeros rehenes y excarcelados, según el acuerdo alcanzado por ambas partes.

El comisionado general de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, ha alertado de que alrededor del 70 % de la población en Gaza se quedará hoy sin agua potable si el combustible recibido ayer miércoles en la Franja se destina solo a los camiones de ayuda.

La organización Médicos por los Derechos Humanos pidió a Israel que respete el derecho internacional y no ataque hospitales en la Franja de Gaza. Esto sigue a los informes palestinos sobre ataques de Israel a complejos hospitalarios en Gaza.

Qatar junto a Estados Unidos – entre otros – están mediando para que Hamás libere algunos de los rehenes que secuestró el 7 de octubre a cambio de que Netanyahu permita una pausa humanitaria en Gaza. Ministerios Exteriores del G-7, de forma unánime, reclamaron su “apoyo a pausas humanitarias [en los bombardeos de Israel] y corredores para facilitar la ayuda que se necesita en Palestina”.

El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, aseguró ayer que su ejército “combate ya en el corazón de Ciudad de Gaza”. “No hay marcha atrás, no hay descanso. Solo avanzamos”, señaló en una rueda de prensa en Tel Aviv.

Un ministro ultranacionalista de Israel fue sancionado ayer por el jefe del gobierno, Benjamin Netanyahu, después de afirmar que utilizar la bomba nuclear en la Franja de Gaza en su guerra contra el grupo islamista palestino Hamás era “una opción”.

El jefe de la diplomacia estadounidense se reunió con los ministros de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Jordania, así como con representantes palestinos en Amán.

Columna escrita en febrero de 2016 en Jerusalén por el prestigioso periodista del diario The New York Times. Hoy es jefe de corresponsales diplomáticos en Europa, con asiento en Berlín. "El verdadero peligro del sionismo religioso no viene de los palestinos o del exterior, [...] lo que realmente temen los colonos, es a la derecha laica, que sigue representada por el Primer Ministro Netanyahu", recopila el periodista sobre el análisis de pensadores israelíes.

El ejército israelí atacó el hospital de Al Shifa, el más grande de Gaza, que está abarrotado de pacientes y sirve de refugio de miles de desplazados.

Las fuerzas militares israelíes, que tratan de hacerse con el control de Ciudad de Gaza, la mayor urbe de la Franja, informaron ayer que decenas de combatientes han muerto en los dos bandos en pugna, agregando que los milicianos de Hamás muestran una resistencia feroz y utilizan la extensa red de túneles para protegerse y atacar con “misiles antitanques, artefactos explosivos y granadas” a las tropas israelíes.

En la tarde de ayer la Franja de Gaza quedó aislada, sin internet ni telefonía móvil hacia el exterior, mientras arreciaban los bombardeos y un fuerte contingente de tropas y máquinas de guerra se desplegaba en el enclave palestino.

Casi tres semanas ha demorado Israel en desatar su campaña militar terrestre a la Franja de Gaza. En ese lapso han aparecido los elementos principales que pueden definir cómo el mundo va a leer el conflicto.

El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, visitó el cruce fronterizo de Rafah, que une Egipto con la Franja de Gaza. Reclamó la apertura del paso para la ayuda humanitaria destinada para la población del enclave palestino, bajo bombardeo de Israel y sin agua, electricidad, alimento y gasolina desde hace 12 días.

Desde la Guerra de los Seis Días en 1967, los soldados de Israel no han lanzado una operación terrestre a gran escala sobre la Franja de Gaza, donde su potencial tecnológico y militar podría verse menguado ante emboscadas preparadas por las milicias palestinas.

Las potencias occidentales han resaltado la idea de que grupos como Hamas, Hezbola y la Yihad Islámica debieran ser aislados al igual que los miembros de los partidos y facciones de ultraderecha que existen en Israel y que impiden negociaciones y acuerdos para avanzar decididamente en la instauración de dos Estados en la región.

Fuerzas israelíes habrían bombardearon ayer el hospital Al Ahli, en el centro de la Franja de Gaza, en cuyos patios de acceso se habían refugiado unos 2000 palestinos. Hasta anoche se seguían contabilizando los muertos, que ya se aproximaban al medio millar. Numerosos gobiernos de diversos países condenaron el ataque y algunos, incluso, lo acusaron de haber sido deliberado. En tanto, Israel niega el ataque, y culpa a un misil de la Yihad Islámica.

Cientos de manifestaciones de apoyo al pueblo palestino se siguieron realizando ayer en las principales ciudades del mundo mientras miles de soldados israelíes y una poderosa maquinaria de guerra esperaba en la frontera de la zona norte de Gaza la orden de invadir el territorio palestino.

“Israel ha sido explícito en lo que está haciendo en Gaza. ¿Por qué el mundo no está escuchando?”, se pregunta Raz Segal, historiador y director de magíster en Holocausto y Genocidio de la Stockton University (Estados Unidos). A través de cifras, declaraciones de autoridades israelíes y normativa internacional, define el conflicto como un exterminio en una columna de la revista Jewish Currents.

Si todo sigue la trayectoria histórica-militar desde 1948 en adelante, Israel debiese vencer, pero se propuso aniquilar a Hamás en la Franja de Gaza, lo que es una tarea de por sí muy difícil de realizar sin incendiar todo lo que lo rodea, en un escenario que ya no es el de la segunda mitad del siglo 20, el que casi siempre le fue favorable.

El medio israelí Haaretz ha republicado los dichos del primer ministro de Israel, donde se especifica que permitir el financiamiento de Hamás es algo destinado a dividir política y diplomáticamente Gaza de Cisjordania. Con esto -según el líder que hoy enfrenta su peor amenaza justamente de Hamás- Israel habría estado evitando siquiera discutir la división del territorio en dos Estados.

Ataques palestinos a través de incursiones militares y cohetes deja a más de 250 israelíes muertos y cerca de 1500 heridos. A ello se suma la captura de varios rehenes civiles y militares. A pocas horas del ataque, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llamó a los ciudadanos de Gaza a huir "de la ciudad del mal" para evitar "un infierno" tras la respuesta de las fuerzas israelíes que ya ha cobrado más de 230 vidas palestinas.

El bolsonarismo ha colonizado el judaísmo, dice Michel Gherman, del Centro Jerusalén para el Estudio del Antisemitismo.

Desde que asumió el nuevo gobierno de Benjamin Netanyahu, apoyado por varios partidos de extrema derecha, se han incrementado las señales de amenaza a la democracia de Israel. La última; el proyecto que sometería dictámenes de la Corte Suprema a las mayorías del Poder Legislativo.

Nuevamente la atención mundial vuelve sobre el conflicto palestino-israelí, el cual parece reemerger de la caja de herramientas para resolver política doméstica de Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel.

Si bien Estados Unidos, Reino Unido y Francia siguen siendo los principales proveedores de Chile en materia de seguridad, Israel ha venido creciendo mucho, en especial durante los dos gobiernos de Piñera. Hoy Chile es el tercer país de América Latina en importar más productos del rubro de ese país, detrás de Brasil y México.