Partido Demócrata

Varios aspectos avizoran un camino autocrático para Donald Trump: la admiración por líderes como Viktor Orbán, Vladimir Putin y Kim Jong Un, el control Republicano del Senado y la Cámara de Representantes, una Corte Suprema con mayoría conservadora y una retórica construida en campaña con frases como "seré un dictador solo el primer día" o "si ganamos estas elecciones, no creo que vayamos a tener otras elecciones en este país".

El triunfo del Rechazo hizo subir los bonos de quienes se muestran equidistantes entre la derecha y el oficialismo. El problema es que muchos se les ocurrió lo mismo y no caben todos, por lo que la DC, el PDG, Amarillos y Demócratas deberán definir quién prevalece.

Rebecca Rom, presidenta de la organización ambiental Save The Boundary Waters, explica que la mina del grupo Luksic en Minnesota ya no puede continuar luego de que el gobierno le revocara dos permisos mineros en tierras federales. “Hay lugares que son especiales, de gran valor, únicos y vulnerables, donde no podemos hacer minería”, advierte.

Un matrimonio y su hija fueron a Estados Unidos con un permiso del Ministerio del Interior, donde hasta ayer trabajaba como jefe de gabinete el cuñado del padre de la familia. Asistieron a Road To Majority, donde no hubo mascarillas, y se reforzaron ideas anti-aborto y de justificación religiosa para la existencia de Israel, entre otras.

El demócrata reemplazó a Donald Trump como máxima autoridad de un país sumido en una profunda y multidimensional crisis. INTERFERENCIA recopila acá los retos y expectativas más importantes, según la prensa de ese país, en cuanto el manejo del Covid-19, el problema económico y social, el cambio climático y la tecnología.

El medio estadounidense The Conversation entrega 4 claves para la protección de los distintos parlamentos en EE. UU. ante la amenaza de ataques violentos para la inauguración del periodo de Joe Biden como presidente

Con imágenes que quedarán en la retina durante décadas, el país más poderoso y rico del planeta recordará el 6 de enero de 2021 como uno de los días más críticos de su democracia. El Congreso fue asaltado por una turba azuzada directamente por el presidente Donald Trump en su fracasada intención de hacer algo que en América Latina habría sido descrito como autogolpe. Esto, luego de que su partido perdiera el control del Senado por la elección de Georgia.

Cuando Joe Biden fue vicepresidente, Barack Obama revocó los permisos de Twin Metals, el proyecto cuprífero de Antofagasta Minerals que busca instalarse cerca de una reserva natural en Minnesota. Donald Trump, en cambio, luego los devolvió. El presidente electo no se ha pronunciado y puede que busque beneficiar la producción estadounidense de cobre, pero es probable también que nombre como secretario de Agricultura a un feroz crítico del proyecto.

Con un puñado de estados clave con votos aún por contar, el republicano saca ventaja. Sin embargo, Biden podría remontar mediante sufragios enviados por correo, cuyo conteo podría tomar días y que, en algunos de los estados podrían otorgar una ventaja definitoria. Ambos se mostraron públicamente como ganadores.

En el siguiente artículo, el medio norteamericano The Conversation da a conocer la diferencia existente entre las encuestas presidenciales y las páginas de apuestas para las elecciones en Estados Unidos. Según detalla el medio, mientras que encuestas le dan entre 89 y 95% de probabilidad de ganar a Biden, el mercado de las apuestas le otorga sólo un 64%.

A 12 días de las elecciones en Estados Unidos, el actual presidente se enfrentó a su contendor, el demócrata Joe Biden, durante un debate más reglado que de costumbre: se silenciaron los micrófonos para que los candidatos no se interrumpieran entre sí. El manejo de la pandemia, los impuestos que paga el presidente, inmigración y el medioambiente fueron algunos de los temas que marcaron la jornada.

The Washington Post publicó un artículo titulado "¿Qué es lo peor que podría pasar?", donde se revelan los resultados de un experimento realizado por el Transition Integrity Project, proyecto que incluye a republicanos y demócratas preocupados por el futuro democrático del país. La mayoría de los escenarios para los comicios del 3 de noviembre no son alentadores.

Sin entregar evidencia alguna, QAnon acusa principalmente a políticos del Partido Demócrata de EE. UU. de participar en círculos de pedofilia y satanismo, con el presidente Donald Trump supuestamente “batallando” por lograr justicia. A pesar de que el FBI la ha clasificado como potencial precursor de actos de terrorismo local, Trump, a dos meses de las elecciones, no ha condenado la existencia de QAnon. Por el contrario, “los aprecia”.

A pesar de que su poderío lo cimentó en Los Ángeles, donde su influencia es alta en los círculos de élite adinerados de financistas demócratas históricos y el mundo de Hollywood, los lazos de la primera mujer afroamericana y surasiática en aparecer en el boleto presidencial estadounidense llegan hasta San Francisco, donde no es una desconocida para Silicon Valley.

Tal como ha sido la tónica en anteriores procesos electorales en Estados Unidos, se espera que las masivas primarias de esta jornada otorguen una ventaja irremontable para el candidato que resulte ganador. Mientras en el ala republicana Donald Trump corre sin obstáculos, el Partido Demócrata divide favoritismos entre socialismo y establishment.

El Centro para la Acción por la Diversidad Biológica, un fondo estadounidense abocado a la protección del medio ambiente, evaluó a los candidatos demócratas para las elecciones presidenciales de 2020 de acuerdo a sus propuestas en protección ambiental. Klobuchar, la candidata que apoya el proyecto minero de la familia Luksic en una refugio medioambiental en Minnesota, fue la peor evaluada.

Kevin Kühnert dio vuelta el debate alemán al plantear un "socialismo democrático" en el que cabe "una política de expropiaciones para superar al capitalismo". Pese a que no ha sido respaldado por la alta dirigencia de su partido -aliado con Angela Merkel y la centroderecha- el joven dirigente sintoniza con parte del electorado natural del SPD y tiene a todo Alemania discutiendo los límites ideológicos de la izquierda.

Cuando el próximo año se lleve a cabo la elección presidencial en Estados Unidos, por primera vez los votantes hispanos serán el grupo minoritario más grande del electorado, superando a los estadounidenses de raza negra.

El próximo 6 de noviembre los estadounidenses renovarán por completo su Cámara Baja, un tercio de sus senadores y otros cientos de cargos estatales y locales. El resultado de estas elecciones será interpretado como un juicio a la mitad del mandato de Donald Trump. En este escenario, la táctica republicana es ahondar en la polarización y sacar provecho de la supuesta inclinación hacia la izquierda de los demócratas, en un país donde la palabra “socialista” sigue dando miedo.