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Viernes, 25 de Julio de 2025
[Jueves de medios]

Apenas somos medios de comunicación

Marcos Ortiz F., director de Ojo del Medio (@ojodelmedio)

Es la aversión a los cambios lo que parece resumir una estrategia que gotea en cada titular, editorial y tribuna. Una estrategia altamente ideologizada que busca pasar inadvertida, se siente ofendida si la sacan al pizarrón y se enrolla cual chanchito de tierra si se siente observada: “Apenas somos medios de comunicación”.

El aplastante triunfo del Rechazo por sobre el Apruebo fue noticia no solo en Chile sino en el mundo entero. Con mezcla de sorpresa y decepción, la noticia se convirtió en comentario obligado en círculos políticos, económicos, académicos y de movimientos sociales en los rincones más diversos del planeta.

¿Qué pasó en Chile? ¿Cómo pasamos en tan pocos meses de evitar un gobierno de ultraderecha a ratificar la Constitución de Pinochet? Las interrogantes, como era de esperar, se dirigieron también hacia el rol de las campañas, los medios y las redes sociales. ¿Qué papel jugaron diarios y canales de televisión en el plebiscito? ¿Cuánto pesaron las noticias falsas en el resultado final?

Con el transcurso de las horas, la avalancha de interpretaciones, autocríticas y análisis han dado algunas luces de lo ocurrido. “Los cuatro días clave que llevaron al Rechazo al tope de las encuestas y los cinco meses de campaña para mantener esa ventaja”, tituló Ciper en uno de los reportajes más interesantes publicados hasta el momento. En él se detalló cómo en pocos días –entre fines de marzo y comienzos de abril– el Rechazo pasó a la delantera en las encuestas. El momento clave coincidió con una ofensiva mediática que tuvo como ícono la famosa portada de LUN en la que el convencional Bernardo Fontaine aseguraba sin fundamentos: “Los trabajadores ya no serán dueños de sus ahorros previsionales”.

El mismo día de publicado el reportaje de Ciper, el periodista y académico Nicolás Sepúlveda llamó a una autocrítica por parte del gremio. “El plebiscito estuvo lleno de fakes y no fuimos capaces de contrarrestar”, señaló, apuntando a la necesidad de que los medios aspiren a la masividad y salgan de la comodidad de sus nichos. “Esto en paralelo al debate sobre la propiedad de los medios. Los dueños de los medios sí tienen agenda y en Chile esa agenda está MUY desequilibrada”, concluyó.

Aunque con matices, su reflexión tocó algunos de los puntos expuestos por el español Pablo Iglesias, quien en un artículo publicado por CTXT argumentó que “la clave del cambio en la voluntad de la mayoría chilena es atribuible a la acción sostenida en el tiempo de los principales actores ideológicos: los poderes mediáticos”. Más allá de las noticias falsas, explicó el otrora líder de Podemos, su teoría ponía en relieve “la capacidad del sistema mediático chileno para activar los valores conservadores que, efectivamente, viven en buena parte de la sociedad”.

¿Es el sistema de medios chileno “diverso e independiente” como aseguran en Avenida Santa María? Tampoco. De hecho, sus altos niveles de concentración y vínculos con la derecha política y económica son desde hace décadas caso de estudio a nivel mundial.

El texto de Iglesias no tardó en ser recogido por El Mercurio, que en su editorial del 7 de septiembre fustigó su noción de “poderes mediáticos”. “Esta crítica hacia los medios de comunicación profesionales parece trasnochada en una sociedad altamente conectada”, señaló el diario de los Edwards, aludiendo al rol que jugarían las redes sociales para balancear la influencia de los grandes medios. A renglón seguido, El Mercurio enfatizó el rol que un sistema de medios “diverso e independiente” juega en toda sociedad democrática.

¿Puede el inapelable triunfo del Rechazo ser explicado únicamente por el papel desempeñado de los medios de comunicación? No. Si bien su rol fue importante (ver columna de la semana pasada, previa al plebiscito), la explicación obedece a una serie de factores que escapan a este análisis.

¿Es el sistema de medios chileno “diverso e independiente” como aseguran en Avenida Santa María? Tampoco. De hecho, sus altos niveles de concentración y vínculos con la derecha política y económica son desde hace décadas caso de estudio a nivel mundial.

Si algo es “trasnochado” –como dice el editorial mercurial– es la noción de que los medios de comunicación no tienen agenda, son neutrales y solo buscan satisfacer el derecho a la información que de manera tácita les confió la sociedad.

¿Tiene razón Iglesias cuando habla de “poderes mediáticos” y que “nada hay tan ideológico como un debate constitucional”? Totalmente. Si algo es “trasnochado” –como dice el editorial mercurial– es la noción de que los medios de comunicación no tienen agenda, son neutrales y solo buscan satisfacer el derecho a la información que de manera tácita les confió la sociedad.

Hace un par de meses citábamos en esta tribuna al británico Des Freedman, quien señalaba que la belleza del poder mediático radicaba justamente en la habilidad de los medios de élite para desmentir su existencia. Álvaro Saieh le daba la razón al académico inglés en una entrevista de 2020 cuando afirmó que como dueño de medios “eres objeto de una crítica permanente; te atribuyen intenciones, influencia. Es complejo”.

¿Se ha democratizado la esfera pública gracias a las redes sociales, como intenta hacernos creer El Mercurio? La respuesta parece tenerla el académico Silvio Waisbord, quien explica que internet no es precisamente un espacio nivelado de comunicación horizontal entre iguales. El pluralismo, agrega, es más que acciones “aisladas e individuales”; el pluralismo mediático es todavía un problema en el continente y lo digital solo ha contribuido a incorporar más preguntas y problemas. Para confirmar el punto basta con retornar al ya aludido reportaje de Ciper que detalla cómo se invirtieron –fuera del plazo legal– más de 116,7 millones de pesos en publicidad en Facebook e Instagram con narrativas favorables al Rechazo (la nueva constitución amenazaría los fondos de pensiones, la vivienda propia, la educación particular subvencionada y las atenciones de salud). En otras palabras, más que ejercer un contrapeso a la prensa tradicional, los chilenos se habrían expuesto en redes a un bombardeo de mensajes pagados que confirmaban algunas de las falsas acusaciones ya leídas en algunos medios “profesionales”.

Con el plebiscito de salida ya en el retrovisor, una nueva serie de disputas ven la luz. El flamante cambio de gabinete de Gabriel Boric fue la primera de ellas y los tres diarios más influyentes de los Edwards ya mostraron su arsenal. Lo hizo El Mercurio con un puñado de titulares cargados a la mala fe, lo hizo La Segunda con sendas portadas que jamás vimos durante los días de Piñera y lo hizo LUN con otra portada que dista mucho de lo que leíamos cuando el multimillonario ocupaba La Moneda.

Es la aversión a los cambios lo que parece resumir una estrategia que gotea en cada titular, editorial y tribuna. Una estrategia altamente ideologizada que busca pasar inadvertida, se siente ofendida si la sacan al pizarrón y se enrolla cual chanchito de tierra si se siente observada: “Apenas somos medios de comunicación”.



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Comentarios

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Los "miedos" de comunicación seguirán siendo lo que son aunque como siempre, ostentando ser un medio de comunicación. Las redes sociales y la industria de la TV hace lo propio. A esto le llaman un proceso democrático? Por favor, plebiscito más viciado jamás tuve antes...

Ahora, si me disculpan, estoy muy ocupado sentado en el patio de comida del mall después de hacer diversas compras, mirando canal 13, revisando las redes sociales y leyendo las Ultimas Noticias para enterarme de lo que "realmente" pasa en el país...después voy por algunas ofertas del Líder... Saludos!

...me siento como en el "oasis"...

Se gasta plata eso sí...voy saliendo al banco para ver si me aumentan el cupo de mi tarjeta de crédito. Se viene el "18" y no tengo ni bandera...fuí al comando del rechazo y no les quedaba ninguna, me dijeron que repartieron como 8 millones...

Seguramente también, en un tiempo más, se sabrá lo que realmente ocurrió con el imprevisto y “oportuno” cierre de transmisiones de TV La red, muy favorable por cierto al Rechazo, ya que estaba siendo el único canal en que se podía ver opiniones acreditadas de la real situación en Chile. Es sospechoso que Remigio “Fantasma” González haya tenido tantos problemas como para cerrar transmisiones exitosas como Mentiras Verdaderas. La cosa es que quedamos con todos los canales en contra, descaradamente, del Apruebo, lo mismo la prensa escrita y la gran mayoría de radios. ¿Algo habrá tenido que ver el poder económico de un empresariado y de políticos defendiendo sus “privilegios” para que nada cambiara? Ya se sabrá la verdad. Todo eso y la ignorancia de un pueblo con 40 años de tener una educación destruida metódicamente por todos los gobiernos hacen de una masa inerme a cualquier engaño, aunque sean estos infantiles. Sin capacidad de razonamiento ni de comprensión de lectura, interesada solamente en farándula y de saber quién se acuesta con quien entre los famosos criollos. Pobre Chile, qué manera de farrearse el futuro en favor de las elites y familias de siempre que han saqueado la riqueza del país por 200 años. Da pena y rabia.

Acabo de leer una declaración de Lucia Damert donde desmiente el articulo de Uds. donde la vinculaban como asesora de un político mexicano corrupto e investigado por vínculos con narcotráfico, creo es deber de ustedes responder su declaración ya que ella sostiene que todo lo que publicaron es falso ¿serán uds capaces de dañar así porque si? nos merecemos una aclaración

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