Presionado por el descontento social de llevar el tercer retiro de las AFP al Tribunal Constitucional para tratar de impedirlo, por el anuncio de una serie de huelgas sindicales y por el peligro de un desplome total de la coalición oficialista, anoche el presidente Sebastián Piñera cedió y anunció su propia propuesta para un tercer retiro que otorgue un alivio a millones de chilenos en medio de la pandemia sanitaria.

Sin embargo, la acogida fue tibia. Incluso podría empeorar aún más relaciones entre el poder ejecutivo y legislativo. Esta madrugada todas las senadoras y senadores de la oposición estaban afinando los detalles de una declaración conjunta que, según un borrador final al que tuvo acceso este medio, advertía que “el paso dado por el presidente Piñera agrava las tensiones entre el gobierno y el Congreso en horas críticas para los chilenos y chilenas”.

“En estos momentos nos interesa poco hablarle al Presidente Piñera que busca enredar las cosas”, sostuvo la presidenta del Senado, Yasna Provoste, en conversación con INTERFERENCIA. “La manera más rápida de ayudar a la gente es retirar el requerimiento del Tribunal Constitucional y promulgar la ley aprobada por el Congreso, pero lo que busca el presidente es ganar tiempo”, insistió.

“En estos momentos nos interesa poco hablarle al Presidente Piñera que (sólo) busca enredar las cosas”, sostuvo la presidenta del Senado, Yasna Provoste.

El senador Alejandro Guillier, ex candidato presidencial, también cerró las puertas a abrir negociaciones con el gobierno a partir del proyecto de última hora que La Moneda ingresará hoy con suma urgencia al Congreso. En su cuenta de Twitter afirmó: “Tercer retiro ya fue aprobado por el Congreso. Ahora es de las familias, no de la política (…) Piñera sigue especulando con el hambre, la pobreza y la desesperación de Chile”.

Los ánimos en el oficialismo tampoco estaban en lo más alto. De hecho, Evópoli se restó de la reunión de los partidos de Chile Vamos en La Moneda que antecedió los anuncios del mandatario. El partido del candidato presidencial Ignacio Briones siempre se ha opuesto a cualquier tipo de retiro de fondos de las AFP. En un comunicado público, el conglomerado justificó su ausencia diciendo que “volvemos a insistir en la necesidad de implementar un Ingreso Solidario de Emergencia, entregado en forma expedita y financiado con cargo a ingresos generales de la Nación que asegure que ninguna persona que pueda necesitarlo quede fuera”.

Sin embargo, el hecho de que el partido que más ha apoyado al mandatario se restara de acompañarlo en el anuncio de anoche demuestra que las grietas en la coalición de gobierno son profundas.

Las reacciones de los presidenciables de la derecha fueron más bien tibias. Mario Desbordes, fue amable pero poco entusiasta. “Agradezco el gesto del Presidente, valoro el anuncio, va en línea de lo que hemos planteado y pedido en las últimas semanas”, aseguró por Twitter.

Sebastián Sichel, en tanto, aseguró en la misma red social que “tenemos que dejar de lado el enfrentamiento, las acusaciones sin sentido y la inacción (…) esta iniciativa abre el camino”.

Los candidatos de la UDI, Evelyn Matthei y Joaquín Lavín, no se pronunciaron en sus cuentas de Twitter. Pero en el programa ‘Tolerancia 0’, la alcaldesa de Providencia trató de recuperar iniciativa propia al romper con un tabú en la derecha y asegurar que “No estoy en contra de un impuesto a los súper ricos”.

Lavín es el presidenciable de derecha más damnificado, toda vez que su propia propuesta de recurrir al seguro de cesantía probablemente quede enterrada.

Lavín, en tanto, apareció el más damnificado con la propuesta presidencial, toda vez que con ello probablemente se entierra su propia propuesta de salir en ayuda de las familias chilenas recurriendo al seguro de cesantía, idea que trató de reforzar ayer en una columna publicada en El Mercurio.

Proyecto presidencial

A la misma hora en que millones de chilenos estaban pendientes de los premios Oscar con la esperanza de que ‘El agente Topo’ ganara una estatuilla, Piñera salió a uno de los patios del palacio presidencial para anunciar su proyecto de ley, el que busca reemplazar el tercer retiro que fue aprobado por una amplia mayoría en ambas cámaras del Congreso, incluyendo muchos votos del oficialismo.

Rodeado por sus principales ministros y de cuatro de los cinco candidatos presidenciales de la derecha, la propuesta de Piñera es, en esencia, la misma que ya existe, pero con dos puntos nuevos. El primero es que ofrece un pago de 200 mil pesos a tres millones de cotizantes que ya se quedaron sin fondos tras los primeros dos retiros.

“Tres millones de personas pidiendo sus 200 mil pesos, eso es un gol de Piñera”, afirma un abogado de centro derecha en un alto cargo público. “Pero quizás está fuera del tiempo reglamentario y no creo que le sirva para subir de su 9% de popularidad”, agrega esta fuente, haciendo referencia también a la encuesta de hoy de Cadem que pone al mandatario en su momento de aprobación más bajo, empatando el mal registro de febrero de 2020.

Algunos analistas, ligados a la derecha, creen que este proyecto es mejor que el original del Congreso. “Será muy difícil rechazarlo”, asegura uno de estos, quien agrega que con este anuncio se puede apagar el incendio social y político que generó el mandatario al recurrir al TC.

El segundo punto nuevo es que este tercer retiro será reintegrado a las AFP, lo que se financiaría con un aumento de 2% de la cotización previsional mensual, pagado en partes iguales por los empleadores y el Estado.

La propuesta de Piñera busca reemplazar el tercer retiro que fue aprobado por una amplia mayoría en ambas cámaras del Congreso, incluyendo muchos votos del oficialismo.

“Es muy evidente su interés por proteger los negocios de las AFP, tan evidente que propone recursos del Estado para devolverle la plata”, afirma la senadora Provoste.

Haciéndose eco de las novedades de la propuesta presidencial, el dirigente del movimiento No + AFP, Luis Mesina, escribió en su cuenta de Twitter que “Piñera ‘hábilmente’ mejora el proyecto de retiro (…) pero de contrabando fortalece las AFP con subsidio estatal y se pasa por alto el Congreso”.

Para el abogado que se desempeña en funciones públicas, y que prefirió no dar a conocer su nombre para evitar un conflicto político, este punto es una muestra del “Piñera jugador, audaz, caradura, jugando en la cornisa, como si estuviera comprando acciones”. El jurista lo explica así: “El 2% extra se queda para siempre, es decir con esto ya se hizo la reforma previsional (…) nada de fondos solidarios y otras cosas que se vienen discutiendo hace cinco años… a ver si le resulta la jugada”.

Firme junto al TC

Lo que Piñera sí dejó en claro anoche es que no tiene intención alguna de retirar el requerimiento ante el Tribunal Constitucional que busca dejar sin efecto la iniciativa aprobada en el Congreso. Sacar al TC la ecuación fue una de las condiciones que puso la oposición hace algunos días para conversar con el Ejecutivo. “A pesar de todos nuestros intentos para llegar a un acuerdo, el Congreso aprobó un proyecto que, en nuestra opinión, no es un buen proyecto”, declaró el mandatario en su pronunciamiento dominical. Y una de las razones, a su juicio, es que el tercer retiro aprobado por el poder legislativo “no respeta nuestra Constitución y nuestro Estado de Derecho”. Y adelantándose a cualquier discusión en el propio TC, el mandatario aseguró que “esta no es solo la opinión del gobierno, es también la opinión de la inmensa mayoría de los expertos constitucionales”.

Tal vez el mayor obstáculo a la iniciativa presidencial sea la poca credibilidad que Piñera goza con este tipo de iniciativas debido a la “letra chica”.

Pero más allá de las reacciones en el mundo político, el mayor obstáculo a la iniciativa presidencial sea probablemente la poca credibilidad que Piñera goza con este tipo de iniciativas. Se trata de la llamada “letra chica” ha dificultado que muchas chilenas y chilenos puedan acceder en plenitud a ayudas como el reciente bono de clase media, el Ingreso Familiar de Emergencia, las cajas de alimentos o los créditos Fogape.

Así, la Unión Portuario de Chile no echó pie atrás y confirmó anoche que a partir de hoy lunes paralizarán los 25 terminales. Su petición es que el tercer retiro sea “sin letra chica, universal, sin devolución ni pago de impuestos”.