La Tercera

A estas alturas, no hay espacio a dudas respecto de este vuelco de los medios tradicionales chilenos –aún más– hacia la derecha. Sus páginas dan espacio para todo tipo de justificaciones: la transfobia no se condena, por ejemplo, pero sí las supuestas campañas de "cancelación" de voces que tienen chipe libre en sus entrevistas y columnas.

¿Existe otro partido político que haya nacido con tal apoyo de los medios que Amarillos por Chile? Decenas de artículos por semana sobre sus integrantes y su conformación son publicados en los medios tradicionales. Sólo el tiempo demostrará si se justifica tanta cobertura o sólo es un globo inflado por los medios.

Las voces que permanecieron durante meses en el freezer, post plebiscito se descongelaron. No sólo han tratado de darle racionalidad al resultado del 4 de septiembre, también han vuelto a revivir a las encuestas y a los thinks tanks tradicionales.

¿Dónde había quedado la UDI? ¿Qué pasó con Republicanos? ¿Alguien ha visto a Piñera? El estruendoso silencio del Rechazo que genera rechazo fue avalado por medios que nunca decidieron sacarlos al pizarrón y se contentaron con ponerles el micrófono a los ex concertacionistas que aceptaron hacer el trabajo sucio.

El periodista Raúl Rodríguez recopiló la historia de los cien años de radio en el país. INTERFERENCIA adelanta un extracto del libro escrito por Silvia Yermani, donde se releva el rol de la radiodifusión durante la dictadura, tiempos en que la cobertura periodística no sólo sufría censuras -y autocensuras-, sino que una persecución activa por parte del régimen de Pinochet.

Los medios de comunicación están llamados a informar. En momentos de máxima polarización, sin embargo, su labor debe considerar gran parte del ruido ambiente que escucharemos en las próximas cuatro semanas y ya hemos comenzado a presenciar: personas hablando es la "estalinización" de la política y hasta acusaciones de censura por el caso de Matías del Río, son sólo ejemplos de este fenómeno.

Interpretaciones mañosas e incluso mentiras han sido algunas de las tácticas que personeros afines al Rechazo han utilizado para amedrentar el trabajo realizado por la Convención Constitucional. El rearme del conservadurismo chileno, vuelve a encontrar en los medios tradicionales el espacio para su reproducir sus ideas en uno de los momentos más trascendentales de cara al plebiscito del 4 de septiembre.

Los medios de comunicación chilenos entregan por estos días material de sobra para analizar asuntos de propiedad, concentración, sesgos e independencia respecto del poder político y económico. Aquí analizamos cinco hechos ocurridos apenas en la última semana y que nos obligan a estar alertas.

Desde el estallido social la credibilidad en los medios chilenos sufrió una caída estrepitosa. Las razones parecen apuntar a su cercanía con las elites y los sectores ideológicamente afines a ese grupo. Pese a haber sido años particularmente noticiosos, la confianza en la prensa tradicional no ha logrado repuntar.

El anuncio del presidente Boric de impulsar una iniciativa que profundice el pluralismo, la diversidad, la libertad de opinión y el derecho a la información, tuvo rápida reacción por parte de los principales medios del país. Quienes removieron los mismos fantasmas y temores que emergen cuando una autoridad ha sugerido la creación de una nueva ley de medios.

En la quiebra que se lleva en Estados Unidos, Álvaro Saieh propuso que el 42% de Copesa quedase de garantía por una deuda que el empresario pretende emitir por $20 mil millones de pesos (US $23 millones). Despidos masivos, nulas utilidades, déficit operacional y ausencia de activos ponen en duda que ese sea el precio del negocio medial de Saieh ¿Valorización 'hacia arriba' o bluff?

Mientras el gobierno de Gabriel Boric anuncia el fin de su etapa de instalación, la Convención Constitucional comienza a cerrar capítulos de cara al plebiscito del 4 de septiembre y un multimillonario se apropia de Twitter, una serie de hechos explican el accionar de la prensa chilena. Aquí, los agrupamos en cinco tendencias.

Los mismos columnistas que no vieron venir el estallido social, hoy se organizan para asediar, en grupo, a la Convención Constituyente. Los medios tradicionales parecen ser su plataforma para "rodear" el proceso.

El cambio de mando no sólo implica una nueva camada de políticos en el poder. También involucra cambios en los medios y en sus redacciones. Mientras medios conservadores pasan a ser "oposición", los que antes eran más críticos hoy parecen tener una mirada más amable ante la nueva administración. Pero la realidad es compleja y en el periodismo abundan los matices.

En el pequeño mundo de los medios de comunicación chilenos, los nombres de quienes se podría denominar "militantes del partido columnista" se repiten semana tras semana. Y también sus ideas: conservadoras, ligadas a think tanks y escandalizadas con las redes sociales.

Si bien un proceso constituyente suele ser percibido como la oportunidad de dar certeza y viabilidad institucional a la necesidad de cambios en una sociedad, los medios más tradicionales del país -y actores de la derecha chilena a través de ellos- han decidido asociar la Nueva Constitución a la idea de incertidumbre y peligro.

La carrera presidencial vive sus días de mayor tensión cuando el calendario llega a su fin. Y es por lo tanto en estas semanas cuando la prensa escrita despliega sus mejores cartas para informar, defender posturas y atacar otras, evitando en todo momento pronunciarse de manera abierta a qué candidato se está apoyando. De entre los centenares de reportajes, entrevistas, editoriales y titulares escritos en estos días, destacamos a continuación cinco tendencias que sobresalen.

Mientras que la prensa internacional no tiene problemas en calificar de "ultra" al ultraderechista José Antonio Kast, los periódicos tradicionales se esfuerzan por hacerlo ver moderado, obviando cosas como su apoyo a Miguel Krassnoff, y buscando hacer parecer extremo a Gabriel Boric, por temas como su oposición al rodeo o el apoyo del PC.

La costumbre de la prensa chilena de publicar minutas supuestamente “reservadas” –en su mayoría redactadas desde La Moneda– es más habitual de lo que pudiera pensarse y se explica porque se trata de un negocio redondo para ambas partes. Pero, sin contrastar la información que aparece en la minuta, la información se vuelve más parecida a las relaciones públicas.

El Mercurio y La Tercera han contribuido a crear un clima de incertidumbre respecto del futuro del país, mediante una insistente artillería de calificativos que día a día alimentan el momento electoral en favor de -antes- Sebastián Sichel y -ahora- José Antonio Kast.

Desde hace años, académicos de todo el mundo vienen analizando cómo los medios de comunicación, a través de lo que muestran como "sentido común", son parte de los "guardianes" de ideologías específicas. Los defensores de un modelo sin ningún tipo de cambios o ajustes podrían en dos semanas más sufrir un nuevo revés tanto o más doloroso como el plebiscito del Apruebo.

Analizamos 5 escenas de los medios nacionales, de lo que podríamos definir como el periodismo perro faldero –del inglés lapdog journalism– que se ubica en las antípodas del periodismo perro guardián (watchdog journalism), ese que suele incomodar al poder. Un periodismo dispuesto a mostrar la cara amable de las élites políticas.

Los medios ligados a la familia Edwards levantan "las alertas" cada cierto tiempo, ante cualquier avance progresista, o incluso democrático, en el país. Lo han hecho con la Convención Constitucional y con el cuarto retiro del 10% de las AFP. Incluso, si tuviesen razón en advertir sobre el peligro del cuarto retiro ¿Quién le cree a Pedrito, cuando anunció tanta veces que venía el lobo y éste no llegó?

Medios, partidos y encuestadoras parecen estar secuestrados por los intereses de grupos minoritarios con escasa y nula conexión con la calle. Sin embargo, son esenciales para la democracia, que exige que estos actores cambien y se adapten a nuevos modos de vivir en sociedad.

Cada día es más común ver colaboraciones entre profesionales de los nuevos medios de comunicación en Chile. Estas colaboraciones responden a un genuino deseo de aunar fuerzas para impulsar un modelo de periodismo tan inestable como necesario.

La prensa tradicional está desorientada, pero sigue representando a un sector importante de la sociedad chilena, y perderlo de vista es un error grave.

El debate sobre el sistema de medios se instaló en Chile, a propósito de las propuestas de Daniel Jadue. En esta columna se abordan elementos ineludibles de contexto que condicionan la discusión, como por ejemplo el punto 3; la nebulosa del avisaje estatal.

Los candidatos del Partido Republicano se han fortalecido y por primera vez en tres décadas los partidos de la tradicional alianza de derecha temen perder una o ambas comunas. Un resultado adverso, en especial en Las Condes, podría descarrilar definitivamente la aventura presidencial de Lavín.

Al Presidente y su gobierno no les agrada la prensa crítica, sea chilena o extranjera. Pero otra cosa es ignorar por completo cientos de denuncias de agresiones, detenciones, amenazas y espionajes a periodistas.

En conversación con INTERFERENCIA, la periodista habla del periodismo cortesano y el silencio de los medios tradicionales respecto del llamado EnjoyGate, la libertad de expresión y hacia dónde va la prensa en Chile.