La empresa chilena Arauco ya ha iniciado la construcción de una fábrica de celulosa en Mato Grosso do Sul, Brasil, una zona considerada por el Gobierno brasileño de “altísima” importancia biológica. El proyecto avanza sobre el área de Três Lagoas y expertos temen contaminación de los ríos, agotamiento de las fuentes de agua y aumento del atropello de los animales.



















