Revisión del VAR

Mientras en Europa los clubes invierten en tecnología, centros de alto rendimiento y academias que producen jugadores con un sentido táctico precoz, en Chile se discute si se debe pagar o no a los formadores. Las “juveniles” son vistas como un gasto y no como una inversión. Los cuerpos técnicos se reemplazan como quien cambia de camiseta, y los proyectos deportivos duran lo que tarda en llegar la primera mala racha.

La primera rueda del torneo chileno dejó más preguntas que certezas. El juego mejora por momentos, pero el sistema no lo acompaña. Hay equipos que ilusionan, pero un modelo que no los sostiene. El fútbol nacional es como un buen volante creativo rodeado de compañeros que no entienden la jugada.

En los hechos, la Federación es usada como una “fachada jurídica” para cumplir con los requisitos de FIFA, mientras la ANFP maneja el negocio, los derechos de TV y la selección nacional. Así, celebramos 130 años de una entidad que funciona más como buzón y sello, que como rectora del desarrollo del fútbol chileno.

"El Mundial de Clubes expandido tiene elementos positivos: amplía la representación, reconoce el mérito y ofrece un espectáculo atractivo. Pero también es víctima de su propio gigantismo, de un calendario sobrecargado y de la lógica del negocio por sobre la competencia deportiva equilibrada. Además, es la excusa perfecta para no hacer más por el fútbol subdesarrollado".

La transferencia de Wirtz no es un acto aislado. Se inscribe en una lógica estructural donde el fútbol de élite ha sido colonizado definitivamente por las leyes del capital especulativo, de la burbuja financiera y de la lógica de la mercancía absoluta. Un jugador de fútbol, un joven talentoso -pero un ser humano, al fin y al cabo- hoy es en primerísimo lugar una mercancía.

"La ANFP parece no tener un proyecto de selección, sino apenas una administración de resultados cortoplacistas. No hay un centro de alto rendimiento estable, no hay una política nacional de desarrollo de talentos, no hay una estrategia que articule a los clubes, y la relación con las divisiones inferiores es difusa. La Roja se convierte así en un reflejo exacto de nuestro fútbol local: frágil, pobre en infraestructura, cada vez más dependiente de los éxitos pasados".

La Champions League fue durante décadas evento donde el mérito deportivo y la imprevisibilidad permitían soñar. Así, desde el Celtic escocés en 1967, pasando por el Aston Villa, el Hamburgo, el Steaua de Bucarest, el Estrella Roja de Belgrado, hasta el Porto de Mourinho en 2004 -campeones que no eran precisamente superpotencias deportivas- el torneo más prestigioso de clubes del planeta alimentaba una narrativa romántica: cualquier equipo podía, en teoría, tocar el cielo. Esa ilusión hoy está muerta.

Jugar un superclásico sin hinchas es renunciar al corazón del fútbol como fenómeno cultural. Es declarar que el país no puede garantizar que dos comunidades deportivas puedan convivir en un espacio compartido sin violencia. Es aceptar que la fiesta popular más importante del calendario debe ser reemplazada por un evento aséptico, hecho para la televisión y para el marketing, pero desconectado de su esencia social.

Para comprender la identidad real y futbolera de "La U”, hay que remontarse a otra fecha: el 25 de marzo de 1911, cuando se creó el Internado FC, el verdadero nacimiento del fútbol de "La U” como lo conocemos. Esta no es una disputa menor ni un detalle de archivo para nostálgicos. Se trata de una discusión sobre la memoria histórica y la identidad popular de uno de los clubes más importantes del país.

"El crecimiento del fútbol femenino no es solamente un proceso deportivo, sino cultural y político. No obstante, esta visibilidad ha sido instrumentalizada por las instituciones sin modificar las condiciones materiales de las deportistas. La ANFP, los clubes y algunas marcas comerciales han capitalizado el entusiasmo, sin asumir las responsabilidades de un proceso real de profesionalización".

“Desde una perspectiva estrictamente legal, el Ministerio de Seguridad Pública tiene la responsabilidad de velar por la seguridad en eventos masivos. Sin embargo, es esencial que esta labor se realice sin olvidar que si -como su nombre lo indica- son masivos, para muchos, quizás demasiados, no es indiferente que tengamos que renunciar a ellos porque los poderosos (los dueños de los clubes y el Estado) no han sido capaces de evitar que dichos espectáculos se desenvuelvan de manera poco segura”.

"No es un clásico impuesto por la lógica comercial ni por la necesidad de ratings; es un clásico por definición, un clásico orgánico, que se gestó desde la competencia universitaria, desde la élite académica y futbolística de un Chile que ya no existe, pero que aún vibra en la cancha".

“En el fútbol moderno, los clubes suelen tener esa endemoniada dualidad club social – empresa. Y en las empresas las emociones se capitalizan, la incondicionalidad absoluta puede ser leída como docilidad. Como una forma de consolidar estructuras que no siempre velan por el interés de quienes realmente dan sentido al deporte. La pasión, en ese escenario, corre el riesgo de ser explotada como un activo más, mientras las exigencias de transparencia, respeto y visión a largo plazo quedan en segundo plano”.

Que Palestino y Audax estén peleando el título no es solo una anécdota. Es la expresión de un fenómeno social: el fútbol como espacio de resistencia identitaria, en un país que —aunque ya no es el mismo del siglo XX— sigue reconociendo en estos equipos una historia viva.

El anuncio de su término es, al mismo tiempo, una derrota del paradigma securitario aplicado al fútbol, y una ventana para pensar nuevas formas de convivencia y participación. Pero también es una advertencia: el fin de una política no garantiza, por sí solo, el nacimiento de una mejor. La pregunta ahora es qué vendrá en su lugar.

"La violencia vinculada al fútbol no es exclusivamente deportiva ni tampoco puede reducirse al accionar de los barristas más radicales. Es, sobre todo, un espejo deformado —pero fiel— de nuestras fracturas sociales, del abandono estatal y del fracaso de nuestras políticas públicas en seguridad, integración y justicia; y se expresa en modalidades específicas que mutan de acuerdo con el paso de los años".

“Es imposible hablar del presente albo sin detenerse en su modelo de gestión. La concesión a Blanco y Negro S.A. ha sido, en los hechos, un experimento fallido. El discurso que justificó la privatización del club en 2005 (profesionalizar la administración, ordenar las finanzas, modernizar el fútbol) nunca se tradujo en un proyecto sostenido. A veinte años de esa transformación, lo que tenemos es una dirigencia fragmentada, con cambios de timón frecuentes, conflictos internos y una preocupante incapacidad para definir una identidad institucional coherente. A veces, hasta a los combos terminan”.

"En suma, no creo que una modificación legal del tenor de la propuesta signifique un giro radical y explosivo en la lógica del sistema corporativo del fútbol profesional ni le proporcione la eficacia, transparencia y humanidad de la que ha carecido. Menos aún que sus pretensiones de que la especulación y la búsqueda central de la riqueza inmediata como norte del sistema, se vean morigeradas y que de esa manera mejore la calidad del espectáculo y los rendimientos de los clubes y la Selección Chilena".

Podría afirmarse que el equipo más popular (Colo-Colo) basa su predominio, además de su éxito deportivo, es su afinidad con el sentimiento de las masas, en particular con las más modestas en términos socioeconómicos, como demuestra la relación de las preferencias por clase social, en que dominan ampliamente el segmento D y E de la tradicional caracterización. En el mismo sentido, no llama la atención que la UC se dispare en el segmento ABC1 (28%, pisándole los talones a Colo-Colo) desplazando a la “U” a un tercer lugar entre los más pudientes. Y que la Universidad de Chile, tradicionalmente ligada a los valores de una universidad pública, laica e inclusiva, tenga un notable aumento de las preferencias en el segmento C3, el verdadero bastión de la clase media.

“Hoy, el fútbol chileno enfrenta un momento distinto al de hace una década. La Generación Dorada es pasado; un resplandeciente y colorido pasado. La liga local sigue perdiendo terreno a nivel sudamericano y la ANFP ha estado envuelta en escándalos y decisiones cuestionables. Ante este panorama, cabe preguntarse si Mayne-Nicholls sería capaz de recuperar la confianza de los clubes y plantear un plan realista para el futuro”.

“Estas modificaciones, en síntesis, son indiciarias de que hay muchos puestos de trabajo y remuneraciones que justificar. Mucho esfuerzo y horas de trabajo que, derechamente, debieron haberse empleado en algo realmente útil”.

"El entusiasmo puede nublar la razón, pero analizando en frío el panorama es difícil pensar que alguno de los clubes chilenos pueda lograr el título. Y es bastante difícil, también, que alguno tenga una participación memorable. A menos que consideremos tal un buen desempeño en fase de grupos y avanzar a octavos y, con mucha suerte, a cuartos de final".

"En suma, existe bastante consenso en cuanto a los males y debilidades de la liga chilena; lo que llama la atención es que no se hayan tomado medidas potentes tendientes a mejorar la calidad del espectáculo, y que comencemos, una vez más, la 'Chilean Premiere League' esperando mejores resultados, pero, contrariando el ya tradicional refrán, haciendo más de lo mismo".

"Durante buena parte del siglo pasado, los campeonatos oficiales comenzaban bastante más tarde, y los primeros meses del año eran tierra fértil para campeonatos de verano de muy buena calidad, que además de permitir a los equipos experimentar con sus nuevos jugadores, suponían una mezcla atractiva de competitividad y espectáculo".

Se afirma que Arabia Saudita estaría realizando una no muy sofisticada forma de "sportswashing" (el uso de eventos deportivos de todo tipo para lavar su imagen internacional), invirtiendo miles de millones de dólares en organizar y poner en marcha competencias de alto perfil, desde la adquisición de clubes europeos hasta la organización de competiciones como la Fórmula 1 y el LIV Golf. Evidentemente parece un intento de desviar la atención de sus políticas internas y proyectar una imagen de modernidad y apertura al mundo. Como Argentina, en 1978.

"Ha fallecido don René Orozco Sepúlveda, un imprescindible de nuestra cultura patria. Sí, no solo del fútbol, fue un referente cultural e intelectual, que hizo de nuestro país un lugar mejor en muchos sentidos. Médico nefrólogo, el doctor Orozco, participó en el primer trasplante de riñón que se efectuó en Chile [...]. En 1991 no necesitaba meterse en el barro. No necesitaba problemas que pudieran opacar su descollante carrera. Pero no pudo evitar acudir al llamado de la “U”, que necesitaba un referente como él".

¿Cuál será la siguiente estación? ¿El retiro? Difícilmente un club grande del primer mundo quiera contar con sus servicios y es mucho más difícil aún que él quiera dirigir algún equipo o selección de este lado del orbe. Menos la chilena, considerando el pésimo momento que pasa. Tal vez se retire a lo lejos, a lo Claudio Bravo, que marca tendencia mostrando que no existe algún tipo de obligación moral de retirarte en el club de tus amores o el que te vio nacer.

Los actores políticos están ampliando cada vez más las posibilidades de hacer pie en el fútbol, e incluso de instrumentalizarlo. Si bien es cierto algunas veces sus discursos parecen inofensivos, e incluso loables, no debemos dejar de estar atentos, porque el maridaje en la medida que está saturado de ingredientes de diversa calidad y naturaleza, se puede expresar en un plato que nos produzca indigestión.

Parece bastante obvio que un nuevo entrenador, por bueno que fuera, no lograría torcer el destino y conseguir que la selección clasificara al mundial, considerando el material humano disponible. Con calma y buena letra, debemos tomar decisiones con la mirada puesta en el futuro, desde ya en el Mundial 2030, pero tal vez más adelante aún. Y para eso es fundamental que el director técnico que venga después de Gareca, asuma, más que como estratega de los partidos inmediatos, como el líder de una planificación que debe considerar múltiples factores, en particular el fútbol cadete.